“LENOVO IDEAPAD S400 TOUCH”

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Posmoderno Heptálogo Rayográfico

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Que vuelva lo que nunca se fue, pero que por favor no permanezca

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“..Haluros de plata serán, mas haluros de plata enamorados”.

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1) Tomé la decisión. Deleteé mi cuenta de Whats. Porque lo digital es político. Y bien, comencé a activar mi entorno en Telegram. Me encuentro en la fase de búsqueda de grupos o canales. Ahora recibo actualizaciones de mis dos primeros grupos de fotografía: primero, Paredes de Berlín (Berliner Mauern), presenta arte grafitero de esta ciudad alemana. El segundo es Fotografía de Smartphone (Smartphone Fotografie), que tiene este único propósito. Literalmente.

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2) ¿Ha muerto la fotografía? En cualquier caso, la fotografía ya es indicio de una muerte antecedente, de la lectura. La imagen fotográfica miente, mejor, engaña. No miente porque lo fotografiado sea o no o pretenda ser. Engaña porque finge no exigir su crítica. La crítica fotográfica tomará por lo general el acto de la lectura, así como la nueva crítica de lo leído adopta una performance de la imagen; lo imaginado.

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3) Las fotografías son el signo de una carencia de imaginación; en gran medida, el residuo acumulado de inimaginables o irrepresentables. En suma, el retrato (que no existe) de una sociedad enraizada (pero sin raíces) en la fe, histórica o apocalíptica, del día después. No se puede imaginar una fotografía sin textualizar, porque ella misma no se representa si no es mediante el aparato que la hace posible. Pero imaginarla, interpretarla o reconvertirla en texto, la contradice. Si existe el texto correlativo a esa fotografía, ella es prescindible, solo la imaginación es descriptible. Lo que en otro nivel una fotografía es a su aparato, es al ser humano su imaginación. Sin embargo, ¿qué función cumple el ser en esta doble alegoría? ¿Se comporta como el aparato o como la fotografía?

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4) De vuelta a los grupos Telegram. Cada fotografía (¿bitografía?) compartida es acompañada (no encuentro un instructivo que lo exija) por el nombre comercial de su aparato. Ahora las puestas de sol desde Hamburgo a Baviera se titulan “Samsung A71”, “Huawei Mate 20”, “Wiko View 3 lite”, y un innumerable etc. Así, el antiguo problema de la puesta de sol como lugar común en el arte ha sido por fin superado: ¿Cuántas fotografías de puestas de sol veré a lo largo de mi vida pasar? (Tantas como sucesivos modelos de aparatos vea ante mí desfilar).

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5) Entre las verdades expuestas por la fotografía, la realidad del Sol es, tal vez, junto a aquella de los desaparecidos, una de las más inquietantes. Captar su intensidad luminosa y representarla con fidelidad exige por lo general sobreexponerla en relación a su entorno; tanto en celuloide como en formato digital, requiere de hacer un vacío, un hueco en el plástico o los datos, literalmente un agujero irrecuperable que recupere a su vez (respecto a nuestra educación visual) el “blanco vivo” de su hipotética masa nuclear. Pero, si esto es cierto, ¿quién dice que el Sol sea, en lugar de que sea precisamente su reverso: un #Hoyo¿

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6) Que la modernidad es un subtema inscrito en la posmodernidad. Nuestra post-modernidad entonces debería datarse a partir de 1839. (Villiers de L’Isle nace en 1838 y pienso en “La cartelera celeste”, pero también en ese cisne negro en la inquietante superficie del más negro de los estanques de “El asesino de cisnes”). Para Flusser, como para Llull, el medio es el mensaje. El mensaje es la Revelación y mientras eso no ocurra, el medio somos nosotros. Un medio turbio y blanco en el que un aparato oscuro permuta combinaciones insensibles, insensatas, pero sin prisa, en la dilatación de Su revelación. Nunca la nuestra. (Para meditarlo cada vez que en adelante uses la palabra revelar).

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7) Propósito aleatorio que persigue la fotografía en la actualidad:

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i. Cualquier aparato fotográfico ha pensado más que tú. Todo lo que toca, desaparece, y lo que no hace, no existe para ti. Ahora te lleva a todas partes y además te puede escuchar. Tú no fotografías, actúas. Le pides inscribirte: le solicitas ser informado.

ii. La fotografía poseerá más y más valor conforme sea más insignificante, ya que, conforme su sentido se absolutiza, es menos intercambiable por algo diferente a sí misma. El punto centro del sistema está vacío, mientras que la periferia es real: consiste en una acumulación de basura lenta tendiente a infinito (Googlegramas). 

iii. El aparato puede amarte, haciéndote sentir que te seleccionas de entre quienes no deseas ser “como sí”. No que la percibas como ventana ni como espejo. Fotografía no eres tú. Alicia del mismo lado del espejo, renderizada. En tu vida pasada, en el Siglo XVII, tal vez fuiste una silla, o un zapato de hebilla grande: “Nada parece tan verdadero que no pueda parecer falso”.

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[11/2019]

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